Hay una nueva biblioteca en la ciudad de Illinois y está repleta de casi todo menos libros. «Una biblioteca de herramientas se parece mucho a una biblioteca de libros, en el sentido de que es un espacio comunitario donde la gente puede pedir prestado cosas», dijo la cofundadora de la Chicago Tool Library, Tessa Vierk. «Pero en vez de pedir prestados libros, la gente puede pedir prestadas máquinas de coser, martillos, taladros – todo tipo de equipo que tal vez no les pertenezca a ellos mismos.»
Esta es la primera y única librería de herramientas de la ciudad, pero el concepto ha sido implementado en ciudades de todo el mundo, incluyendo Ámsterdam, Sydney y Accra, Ghana. Una de las primeras en adoptar la idea – y el lugar donde Vierk dice que fue introducida por primera vez – es la Biblioteca de Préstamos de Herramientas en Berkeley, California, que se estableció por primera vez en 1979.
«Es realmente emocionante y único en el sentido de que forma parte del sistema de bibliotecas públicas«, dice Vierk. «Si usted tiene una tarjeta de biblioteca pública en Berkley o en Oakland, puede pedir prestado herramientas. Es así de simple». Por ahora, los residentes de la ciudad pueden inscribirse como miembros de la organización sin fines de lucro y pagar una cuota anual que se fija en una escala móvil. La cantidad recomendada es de $1 por cada $1,000 de ingreso anual. Los miembros pueden pedir prestadas siete herramientas por semana – desde ollas de barro y máquinas de pasta hasta herramientas de jardinería y una sierra para azulejos y baldosas húmedas.
La biblioteca abrió sus puertas a finales de septiembre después de que Vierk y su socio comercial y cofundador de la librería, Jim Benton, encuestaron a los residentes de Chicago para conocer sus opiniones, consiguieron suficientes donaciones de herramientas y recaudaron dinero en un sitio web de financiación colectiva.